01 May Blog de Voluntario: Jana Holler
Hermosos Arroys – Declaración de amor a nuestros ríos
Imagínate que hace calor, es muy húmedo y caluroso, y estás intentando agarrar cualquier brisa que le viene por el camino a través del campamento o la jungla. Aunque sean sólo las 8 de la mañana, empezarás a sudar y no podrás detenerlo, aún si intentas no moverte nada.
Dado que éstas son las circunstancias que ocurren en la Península de Osa, no hay nada mejor que tener como lugar de trabajo la jungla sombreada – y no tan sólo eso, pero los ríos frescos y hermosos de la jungla sombreada. Éste es el lugar dónde me voy para sacar muestras del agua de los ríos para realizar mis pruebas de calidad de agua. Para mí, es el lugar perfecto. El segundo que entras el arroyo, una olla de frescura y silencio tranquilo te envuelve, los únicos sonidos son tus pasos en el agua fría y refrescante. La primera vez quizá intentas evitar que entre el agua en tus botas de goma, pero pronto dejarás de luchar y disfrutarás del agua refrescante entrando en tus zapatos.
Eventualmente, dejas de caminar, y te sientas en la orilla del río y te pones a escuchar los movimientos y sonidos de la jungla. Es increíble lo que puedes ver y oír si sólo esperas. Con suficiente paciencia, verás grupos de ibis blanco o el grande garza tigre acechando el río y pescando. Monos araña y monos ardilla aparecen arriba, mirándote atentamente y puedes oír los monos aulladores rugir en la distancia. Justo en frente de ti un martín pescador verde pasará con sus hermosas plumas verdes y blancas, y no se cansa de saludarte con un sonido enojado pero tierno.
Si tomas un vistazo mas cercano, encontrarás rastros de otros animales que vienen al río para beber, o los que vienen para comer los animales que beben. Entonces si tienes suerte, no tan solo encontrarás las huellas de Pecarí, Coati y Agouti, pero también encontrarás huellas pequeñas del ocelote o las huellas más grandes de las patas silenciosas del puma. Encontramos huellas frescas del puma un día y cada curva del río nos trajo una nueva emoción: Vamos a ver el animal caminando por las orillas del río?
Hay ciertas especies que sólo ocurren en ríos que son “saludables,” ríos que tienen alta calidad de agua, como el sensible y reconocida nutria del río, cuyos rastros encuentro con frequencia en las orillas del río. Pero otros animales más pequeños sólo pueden vivir en ríos saludables con una cierta cantidad de cubierta de copas, una temperatura del agua baja y un nivel alto de oxígeno. Hay animales que no so tan lindos ni famoso como los gatos grandes o las nutrias del río, pero que son muy importantes para el ecosistema y son aún más delicados que los otros. Estoy hablando de las ninfas y larvas de los insectos. Como por ejemplo la ninfa de los efímera y los plecoptera, o la larva de las frigáneas. Todos viven en los arroyos y son muy dependientes de la calidad del agua.
Cada uno de ellos tienen si historia individual interesante. Muchas especies de frigánea por ejemplo, construyen estuches alrededor de sus cuerpos hechos de piedritas, palitos, o hojas cortadas en perfectos óvalos. Usan estos estuches como lastre y protección de predadores y los construyen juntando las piezas con una seda producida por sus glándulas salivales cerca de la boca. Entonces si alzas una piedra y buscas por los montones de hojas en descomposición, es seguro que encuentras uno de estos animales fascinantes. No es extraño entonces que en algún momento la gente usaba la larva de las frigáneas para construir joyería, dándoles pedacitos de oro y gemas.
Tengo la suerte de llamar este hermoso lugar mi lugar de trabajo. Y después de una mañana exitosa sacando mustreas del río y probándo las muestras en el laboratorio, adivina lo que hago? Vuelvo al lugar donde los dos ríos se unen y me siento en el agua refrescante y preciosa y disfrutar de los animales que me rodean y el sol encima de mi cabeza.
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