25 Jun Siguiendo las Huellas en el Bosque
por: Juan Carlos Cruz Díaz
Cuando uno camina por el bosque tropical lluvioso, además de apreciar su belleza, uno se regocija de ver un sinfín de especies que ahí habitan. Es común ver diversas aves sobrevolando y cantando alrededor, hormigas arrieras construyendo autopistas en el bosque, mariposas de diversos colores y formas e incluso reptiles y anfibios en movimiento. Sin embargo, es limitado el número de especies de mamíferos que es posible observar a simple vista, excepto aquellos que no son tan tímidos como las guatusas, ardillas y monos que se balancean en las copas de los árboles. Si uno tiene suerte y se mantiene en silencio mientras se camina por el bosque, es posible ver grupos de pecaríes, osos hormigueros, armadillos y venados.
Sin embargo, hay animales muy difíciles de ver debido a su naturaleza elusiva y discreta como son los zorros hediondos, tayras, nutrias y por supuesto los felinos. Sin embargo, los mamíferos son una parte sumamente importante y vital para el buen funcionamiento del bosque y por tanto la investigación de su ecología es esencial en cualquier proyecto de conservación.
Pero el hecho de que no veamos estos animales no significa que no estén ahí, sólo significa que no podemos verlos. Afortunadamente, estos animales al hacer uso del bosque caminan por diferentes partes que tienen diferentes sustratos, entre ellos arena, barro y tierra suelta lo cual permite que sus huellas queden marcadas en el suelo a veces por varios días después que hayan pasado por ahí.
Desde hace varios años investigadores han utilizado las huellas de mamíferos como una gran fuente de información acerca de la ecología y comportamiento de estas especies debido a que una huella identificada correctamente nos dice no solamente la especie a la cual pertenece si no también acerca del comportamiento de este animal en el momento que pasó por un lugar en particular, es decir, podemos saber si iba caminando, corriendo o saltando, si iba sólo o acompañado, que tan rápido se movía y en qué dirección iba.
Desarrollar estas habilidades toma tiempo y mucho esfuerzo en el campo y al lograrlo, el investigador se convierte en un verdadero detective del comportamiento y la ecología de mamíferos de vida silvestre. Gracias a la información que proveen las huellas podemos tener acceso a valioso conocimiento de estas especies como la presencia de estos animales en algún lugar en particular, como usan su hábitat, comprender las relaciones con otras especies, comportamiento y número de individuos en un grupo o manada si es el caso.
Aunado a todo esto, está técnica de investigación es sumamente simple, barata y altamente confiable por lo que el muestreo de huellas es la técnica de monitoreo de poblaciones de mamíferos terrestres más exitoso que existe, además de brindarnos una amplia gama de pistas acerca de la historia natural de inclusive el más críptico de los animales sin siquiera ser visto.
Así que la próxima vez que se encuentre en un bosque lluvioso, ponga atención al suelo. Mírelo, analícelo, investíguelo y sorpréndase de él porque puede contar un sinfín de historias de las criaturas del bosque.
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