Ocho semanas en el paraíso tropical

Blog por Keylin Castro, estudiante del curso de Liderazgo en Conservación 

Durante ocho semanas tuve la oportunidad de vivir en la increíble Península de Osa. Cada día que pasé ahí me enamoré un poco más de ese lugar tan impresionante y aumentaron las ganas de vivir y trabajar ahí. Pude confirmar que aquí está el 2,5% de biodiversidad mundial. Siempre al despertar escuchaba a las aves cantar, diferentes insectos y a todos los primates que hay en la península. Todas las mañanas en mi camino a la estación tenía la oportunidad de ver los rayos del sol asomarse través de los  árboles, una de las cosas más simples, pero hermosas de mis días allá y que nunca olvidaré.

Una mañana camino a la estación Piro. Foto Keylin Castro.

Cada semana fue única y diferente. Semanas que estuvieron llenas de trabajo de campo, aprendiendo de restauración  y refunación, de tortugas y su conservación, y de muchísimas otras cosas. Algunas semanas llenas de clases teóricas, en las que aprendí desde programar hasta de derecho ambiental. Aprendí sobre fotografía, sobre drones y su aplicación en la conservación. Aprendí sobre periodismo, a hacer mapas y a aplicar para becas en el futuro. Aprendí tantas cosas que nunca me enseñaron en la universidad, lo que me hace estar muy agradecida con Conservación Osa por darme la oportunidad de llevar este curso, por brindarme información tan diversa y útil para mi vida como bióloga.  Aquí conocí el verdadero significado de conservación, lo que va a marcar un antes y un después en mi carrera.

Compartiendo con los niños en la finca de Doña Celedonia, chicos adorables. Foto Hillary Brumberg.

Conocí personas de calidad que también son excelentes profesionales. Estoy agradecida por haber conocido a cada compañera y compañero, todos me enseñaron algo y me encantó compartir con ellos un tiempo de mi vida. Hubieron momentos difíciles y desafiantes, pero también momentos muy lindos y que siempre voy a recordar. A ellos les agradezco por alegrar mis días con sus chistes, historias y risas, hicieron que mi estadía en Osa fuera aún mejor de lo que esperaba. Me voy muy contenta de este lugar y con ganas de volver. Me llevo muchos recuerdos y mucho conocimiento que quiero poner en práctica lo antes posible.

Golfo Dulce: Donde el mar abraza el bosque tropical. Foto Keylin Castro.

Intern Osa Conservation
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